Se utilizan en una amplia variedad de alimentos procesados, como productos horneados, refrigerios y bebidas. Si bien los aditivos alimentarios generalmente se consideran seguros, hay algunos que pueden causar efectos adversos para la salud si se consumen en grandes cantidades.
El negro de humo también se utiliza en la producción de plásticos, donde actúa como relleno reforzante, mejorando las propiedades mecánicas del plástico.
Las propiedades únicas del negro de humo lo convierten en una opción popular para muchas industrias, incluida la producción de caucho.